General Sabas Silvestre Socarrás Baleta - Biografía

General Sabas  Silvestre Socarrás Baleta

1865-1968

Hace cien años, Colombia se encontraba envuelta en una guerra civil que comenzó en 1899 y terminó en 1902; las consecuencias fueron desastrosas: más de cien mil muertos, la economía del país se vino abajo y perdimos a Panamá.

Entre los jefes liberales que se distinguieron en el conflicto armado figura el General Sabas Socarrás, quién demostró capacidad de mando, ecuanimidad y valor que lo llevaron a conquistar el aprecio y confianza de sus jefes como el General Rafael Uribe, quién le confió misiones delicadas y siempre supo responder. Una de las cualidades más visibles de Sabas Socarrás fue su espíritu altruista y humanitario, reconocido y admirado entre sus mismos adversarios.

Nació Sabas Silvestre Socarrás Baleta el 5 de diciembre de 1865. Hijo de José Francisco Socarrás Cotes y de Manuela Baleta Benitez, oriundos de Valledupar y de Sabaneta (Córdoba) respectivamente. La infancia de Sabas transcurre en la población citada hasta el día en que su padre lo lleva a vivir a casa de unos parientes de apellido Cataño Cotes, en la ciudad de Riohacha. La madre de Sabas permanece en Sabaneta en compañía de una hija llamada Evarista.

El niño tenía siete años y al llegar al nuevo hogar aprendió rápidamente los oficios que le encomendaron. Aprende las primeras letras con el párroco Vega. José Francisco su padre, fue Prefecto de la Provincia de Padilla en el gobierno de Aquileo Parra, se había hecho masón y participó en varias guerras civiles del siglo XlX.

La adolescencia de Sabas se da en el seno de la familia Riveira. Recibe los cuidados y afectos de Doña Trinidad Barros, quién fue su segunda madre. Muy joven comienza a trabajar con un comerciante español llamado Antonio Cano, establecido en Riohacha, que exportaba dividivi y palo de Brasil a Europa (Inglaterra).A la muerte repentina del señor Cano, Don Nelson Gnecco le ofrece trabajo dándole mercancía, especialmente telas para vender en la provincia de Padilla hasta llegar a Valledupar. El joven comerciante abre una tienda en esta ciudad y otra en Villanueva, donde se estableció permanentemente. En 1895 abandona los negocios y participa en el combate que se libró a orillas del Río Guatapurí al mando del General Francisco Buendía (Tolimense) contra las fuerzas del gobierno que dirigía el General Aquilino Yancey.

Al terminar la guerra del 95, Sabas viaja a Movil en busca de su madre y la instala en Villanueva.

En 1899 estalla la guerra de los mil días. Sabas se incorpora a las filas rebelde y es uno de los combatientes más cercanos al General Justo L. Durán, quién le encarga misiones delicadas que asume con responsabilidad, demostrando, además dotes de estratega.

En el inicio de la Guerra, los liberales se toman a Riohacha. El General Pedro Nel Ospina, a bordo del barco”Pinzón”, intenta bombardear el puerto. El general Castillo ordena sacar al padre Espejo y a doña Trinidad Barros amarrados como rehenes, con el fin de que reciban los primeros impactos. El General Socarrás, contrariando las órdenes de su jefe inmediato, libera a los prisioneros y en una Gólgota los envía a Aruba.

Castillo convoca un Consejo de Guerra para castigar la traición de Socarrás. En la noche cincuenta mujeres Riohacheras, con machetes y cuchillos al cinto, advierten al jefe liberal que si toca al General Sabas Socarrás lo hacen picadillo, a lo cual Castillo desiste y anula la orden de fusilamiento. El General Cipriano Castro, Presidente de Venezuela, ayuda a los liberales con armas, municiones y barcos de guerra. Finalmente envía también tropas. En la batalla de Carazúa (La Guajira) combatieron cinco batallones venezolanos aliado de los liberales contra varios destacamentos del gobierno que salieron de Riohacha en número de diez mil al mando del General Arjona. En “Garapasera “se da el primer combate, donde perdió la vida el General José Francisco Socarrás (padre de Sabas), quien se encontraba malherido recostado debajo de un árbol. El Coronel Cala trata de tortúralo. El General rebelde lo increpa:”¡Si me va a vejar mejor máteme”!. En respuesta recibe varios tiros a quemarropa. Su cadáver fue dejado a la intemperie pues, según Arjona, “esos cuerpos debían ser pasto de los gallinazos”.

En el combate del Cerro del Blanco, en la región de Camperucho, cerca de Mariangola, los liberales al mando del General Sabas Socarrás vencieron las fuerzas conservadoras dirigidas por los Generales Foliaco y Garzón. El triunfo de los rojos fue contundente y terminó en una capitulación.

General Rafael Uribe Uribe

Este gesto magnánimo del General Socarrás no fue  del agrado del General Castillo, pero finalmente lo aprobó. La acción humanitaria fue decisiva, más tarde cuando los liberales al mando del General Rafael Uribe Uribe son derrotados en Cienaga (Magdalena). A pesar de haber firmado el Tratado de Neerlandia, al General Uribe Uribe querían fusilarlo en Barranquilla por ordenes del Ministro de Guerra, pero el General Tovar, jefe del Ejercito del Norte; no cumplió la orden diciendo que prefería romper su espada que violar el compromiso firmado anteriormente. Pues  en Camperucho los liberales dieron muestra de generosidad. Entre los amnistiados se encontraban importantes figuras del partido conservador, como el General Erasmo Lacouture, José Antonio Ariza, Juan Tomás Vence, el doctor José Manuel Daza Parodi, Lucas Monsalvo, Rafael Lacouture Celedón y Gratiniano Goméz, entre otros.

El General Sabas Socarrás montando a caballo. Sentados, de izquierda a derecha: los Coroneles Filemón López Morales, Leandro Cabello Frías, Laudelino Caballero López

Terminada la guerra, el General Sabas Socarrás se convierte en un dirigente político de prestigio en la región. Fue nombrado Diputado a la Asamblea del Magdalena y Representante a La Cámara. Cargos que no aceptó, pues consideraba que había otras personas más preparadas que él para jugar un mejor papel en esas corporaciones. Mantuvo correspondencia permanente con los jefes del partido liberal. Cuatro presidentes de la república lo visitaron en su residencia de Villanueva: Alfonso López Pumarejo, Darío Echandía, Julio César Turbay Ayala y Alfonso López Michelsen.

Tuvo doce hijos. Con la señora Sara Sánchez: Sabas (Medico), Eufemia, Sara, Miguel, Manola, Gilberto (Bacteriólogo), José Antonio (Médico), Augusto (Abogado) y Rodrigo. Con la señora Crisanta Colina a José Francisco (Psiquiatra) y Sabas Ramón, y con la señora María Morales a Evarista. El General Socarrás murió en Villanueva el 13 de marzo de 1968, a la edad de 103 años.

Imágenes que ilustran la vida, de este patriarca de la Nación Caribe.

General Sabas Socarrás Baleta

  Sara Socarrás Sánchez y Eufemia Socarrás Sánchez, hijas del General Sabas Socarrás Baleta.

Augusto Socarrás Sánchez, hijo del General Sabas Socarrás Baleta

Doctor José Antonio Socarrás Sánchez, hijo del General Sabas Socarrás Baleta

Rodrigo Socarrás Sánchez, hijo del General Sabas Socarrás Baleta

Doctor José Francisco Socarrás Colina,hijo del General Sabas Socarrás Baleta

 General Sabas Socarrás Baleta, montando a caballo.

  General Sabas Socarrás Baleta y una parte de sus descendientes.

De pie de izquierda a derecha:Doctor Pedro Castro Monsalvo,Doctor Dario Echandía,Antonio Davila,Doctor José Francisco Socarrás Colina,Doctor Julio Cesar Turbay Ayala,Doctor Sabas Socarrás Sánchez,Señor Silvestre Lacouture.Sentados de izquierda a derecha:General Sabas Socarras Baleta,y el profesor Peñaloza,en Villanueva-Guajira el 5 de diciembre de 1966,para el cumpleaños del General. 

 El féretro que contiene los restos del General Sabas Socarrás, saliendo de su residencia en Villanueva -Guajira, el 13 de marzo de 1968

Miles de personas asisten al sepelio del General Sabas Socarrás,en la fotografía se aprecia al Obispo Monseñor Vicente Roig y Villalba,presidiendo el cortejo fúnebre, con varios sacerdotes..

Miles de personas dan el último adiós al General Sabas Socarrás Baleta, el día 13 de marzo de 1968, en un impresionante desfile presididos por banderas de Colombia y del Partido Liberal Colombiano,en Villanueva Guajira.

Autor de la Biografía: Álvaro Castro Socarrás

Miembro de la Academia de Historia del Cesar

César Emilio Sánchez Vásquez

Miembro de Número de la Academia de Historia del Cesar. 

Editor del Blog:Personajes de la Ciudad de los Reyes, Valle de Upar y Región Caribe de Colombia. 

Esta biografía hace parte de los Personajes de la Ciudad de los Reyes, Valle de Upar y Región Caribe de Colombia, publicación de la Academia de Historia del Cesar, recuperando la memoria histórica.

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Hermes Enrique Araméndiz Oñate-Biografía.

Hermes Enrique Araméndiz Oñate

1925-2002

Nació en la ciudad de Los Reyes Valledupar el día 7 de julio de 1925,hijo de Don Teófilo Gilberto Araméndiz Redondo y Doña Dulcilia Oñate Caballero,murió en la ciudad de Valledupar el día de 17 de marzo de 2002, sus exequias se realizaron en la Iglesia de la Concepción y fue sepultado en el mausoleo de la familia en el Cementerio Central de Valledupar;fueron sus abuelos paternos:Jeremías Redondo Torres y Ana Rosa Aramendiz;sus abuelos maternos:Valentín Oñate y y Carmita Caballero; es el mayor de ocho(8) hermanos y en su orden le siguen: William Ramiro Araméndiz Oñate, Hernan Araméndiz Oñate, José María Araméndiz Oñate, José AmiroAraméndiz Oñate, Raul Pompilio Araméndiz Oñate, Teófilo"Olaya"Araméndiz Oñate y Alix María Araméndiz Oñate;Contrajo matrimonio con Doña Feniza Tatis Hernandez, de dicha unión nacieron los siguientes hijos: Hermes Araméndiz Tatis, Jairo Teófilo Araméndiz Tatis, Esperanza Araméndiz Tatis, Carlos Alberto Araméndiz Tatis y Yelithza Aramendiz Tatis.

El doctor Hermes Enrique Araméndiz Oñate, también es el padre de Emerita fabriciana Aramendiz Calderón, María del Carmen Aramendiz Narvaez, William Enrique Araméndiz Narvaez, Elber Rodolfo Aramendiz Narvaez, Elizabeth Aramendiz Narvaez, José Gregorio Aramendiz Torres, Alfonso Aramendiz Torres, Julio César Aramendiz  Molina, Mónica Patricia Aramendiz Dangónd, Hermes Miguel Aramendiz Canales y Alfonso Guerra Marquez.

Estudió la carrera de Medicina en la Universidad Nacional de Colombia, en la ciudad de Bogotá, en donde obtuvo el título de Médico Cirujano en el año de 1956. Fue un excelente médico, quién constantemente asistía a los congresos de médicos, para actualizarse y estar a tono con los adelantos de la ciencia médica.

Fue Director del Hospital Rosario Pumarejo de López de la ciudad de Valledupar-Colombia; Jefe de la Clínica Ana Maria del Instituto de los Seguros Sociales en la ciudad de Valledupar;Médico de Cajanal; Médico de la Zona de Carreteras y Cicolac; últimamente atendió en su consultorio a cientos de personas de escasos recursos, convirtiendo su profesión en un verdadero apostolado al servicio de las gentes más necesitadas; por ello,la gobernación del departamento y el municipio de Valledupar, le confirieron a este insigne médico y apóstol de la medicina, muchos reconocimientos por su loable labor.

El doctor Hermes Arameniz Oñate,fue concejal de Valledupar,por el partido Liberal Colombiano.

El doctor José Antonio Murgas en entrevista dada al doctor Alvaro Castro Socarras, en febrero de 1997, refiriéndose a como había nacido el departamento del Cesar, manifestó lo siguiente: "Hubo un comité que apoyó y financió la campaña.Ese comité estaba integrado por personas muy representativas y entusiastas que gozaban del apoyo de toda la gente de acá del Cesar.Personajes muy importantes e inolvidables como Don Amador Ovalle, Los Villazón: Miguel Enrique ,Damaso,Julio y Rafael;Doña Josefina Castro de castro,el doctor Jaime Dangónd Ovalle, Don Manuel German Cuello, Alfonso Araujo Cotes, Manuel Moscote,Ernesto Palencia Caratt,Manuel Pineda Bastidas,Clemente Quintero,sus hermanos Efrain y Eloy; La familia Araujo Noguera: Jaime, Alvaro y Consuelo; Hernando Molina Cespedes, Jorge Dangónd Daza, Ney Daza, Jaime Murgas Arzuaga, su padre Mario Murgas y todos sus hijos,Luis Rodriguez Valera, Alonso Fernandez Oñate, Carlos Dangond, Pepe Castro, Celso Castro, Rodolfo y Guillermo Castro,Victor Cohen  y Carlos Vidal. Entre las personas que nos acompañaron a los diferentes municipios del magdalena a promocionar la creación del nuevo departamento,tenemos al doctor Leonardo Maya Brugés, Gil Aguancha Jimenez, el doctor Hermes Aramendiz Oñate,el doctor Manuel Narciso Martinez Zuleta, Pedro Olivella, el doctor Armando Barros Baquero, Alfonso Murgas, Lucho Murgas, los hermanos Maestre Pavajeau, el doctor Riveira Daza, el doctor Cristobal Celedón, Lucas y Miguel Gnecco".

Anécdota: Por sus servicios a la comunidad, en alguna ocasión un político le ofreció un puesto, a lo cual él respondió:" No mijito, yo tengo más puesto que un bus".

Fue el amigo querido de sus amigos, entre ellos recordamos a: Anibal Martinez Zuleta, Arnaldo Pimienta, Enrique Becerra,Anibal Ariza,César Maestre,Abel Verdecia y Adelmo Dan, entre otros.

Imágenes que ilustran la vida de este hombre ejemplar:

Feniza Tatis Hernández y Hermes Enrique Aramendiz Oñate en el día de su matrimonio.

 Hermes Enrique Araméndiz Oñate, con su esposa Feniza Tatis en uno de los  muchos congresos médicos que asistió  en la ciudad de Bogotá

Hermes Aramendiz Oñate, el primero de izquierda a derecha, asistiendo a los congresos médicos, actualizándose constantemente.

 De izquierda a derecha:Yelitza Esther Aramendiaz Tatis,Hermes Aramendiz Tatis, Jairo Teófilo Aramendiz Tatis,Feniza Tatis Hernandez de Araméndiz, Espernza Aramendiz Tatis y Carlos Alberto Araméndiz Tatis.Esposa e hijos de Hermes Enrique Aramendiz Oñate.

 Doña Dulcilia Oñate Caballero,madre del doctor Hermes Enrique Aramendiz Oñate. En la fotografía con una nieta.

Jairo Teófilo Aramendiz Tatis con sus padres:  Hermes Enrique Aramendiz Oñate y Feniza Tatis Hernandez.

 Hermes Aramendiz Oñate, con sus hijas Esperanza Aramendiz Tatis y Yelitza Aramendiz Tatis  en el bautizo de un nieto, en la Iglesia de las Tres Avemarías en Valledupar.

 Hermes Enrique Aramendiz Oñate, con dos nietas en su Primera Comunión en Valledupar

 Feniza Tatis Hernandez de Araméndiz, con un nieto.

Hermes Enrique Araméndiz Oñate, bailando con una nieta.

 Hermes Enrique Aramendiz Oñate, firmando el libro que contiene el Acta de la Primera Comunión de sus nietas.

 Hermes Enrique Araméndiz Oñate, bailando con una nieta.

Hermes Enrique Aramendiz Oñate descansando en su casa en la ciudad de Valledupar,le acompaña una nieta.

 El médico Hermes Aramendiz en su juventud

 William Enrique Araméndiz Narváez,recibiendo su grado de Economista.

  William Enrique Aramendiz Narváez,hijo de  Hermes Aramendiz Oñate.

Elber Rodolfo Araméndiz Narvaez,hijo de Hermes Aramendiz Oñate

María del Carmen Araméndiz Narvaez,hija de Hermes Aramendiz Oñate.

Alejandro Goic, médico, docente universitario, ex decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, recoge en su libro la historia y el pensamiento/espiritualidad de ocho médicos destacados por su humanismo, decía lo siguiente:

“… médicos que se recuerdan por sus investigaciones, que han contribuido al progreso de la medicina como ciencia; en cambio, otros quedan anónimos para la historia de la medicina, pero son recordados por su caridad hacia el enfermo; estos han contribuido al progreso de la medicina como arte, como sentido, como ética clínica. Existen, en fin, aquellos médicos que, siendo personas de elevada espiritualidad y sentido religioso, promueven en la medicina y estimulan entre los colegas el respeto al paciente como persona dotada de inteligencia, dignidad, libertad e intimidad.”

Recogiendo esas apreciaciones, afirmo que el médico Hermes Enrique Araméndiz Oñate, es de aquellos médicos que han contribuido en la medicina, a dar al hombre un trato más humano. De estos médicos del cuerpo y del alma, que tanto necesitamos para la humanización de la salud, médicos con una gran dimensión espiritual, médicos humanistas y no comerciales, médicos galenos y no médicos ganaderos o comerciantes.

César Emilio Sánchez Vásquez

Miembro de Número de la Academia de Historia del Cesar. 

Editor del Blog:Personajes de la Ciudad de los Reyes, Valle de Upar y Región Caribe de Colombia. 

Esta biografía hace parte de los Personajes de la Ciudad de los Reyes, Valle de Upar y Región Caribe de Colombia, publicación de la Academia de Historia del Cesar, recuperando la memoria histórica.

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Padre Vicente de Valencia-Biografía

Padre Vicente de Valencia

Fray Vicente de Valencia( nombre de pila Ángel Roja del Mellado), sacerdote español, que llegó a la ciudad de Valledupar el 29 de abril de 1923,causando un gran revuelo en la población, por cuanto el padre Bernardino de Alfara era muy querido en la región y no aceptaban que el nuevo presbítero lo reemplazara;hubo una protesta de la comunidad valduparense,encabezada por personas de la sociedad, entre ellos Don Lucas Monsalvo Maestre, quién enfrentó al Obispo y Vicario Apostolico de la Guajira, Fray Atanasio Vicente Soler y Royo quién había llegado a esta ciudad para calmar al pueblo, pero el padre Vicente hizo gala de una oratoria litúrgica, causando una buena impresión en los feligreses, quedando como cura rector de la Iglesia parroquial de la Concepción de Valledupar; prestando sus servicio con devoción y sabiduría, era un hombre de carácter fuerte y era regañón, había sido militar en su país;ya viejo fue trasladado a España,el pueblo de Valledupar muy triste,le acompañó en su despedida en el aeropuerto de la ciudad;al poco tiempo regresó nuevamente,el padre Vicente ya había echado raíces en Valledupar y no aguantó su estadía en España,igualmente el pueblo le fue a dar la bienvenida al aeropuerto y desde entonces aquí estuvo hasta su muerte el día 23 de marzo de 1959; Cuando murió,una enorme multitud le acompañó hasta el cementerio central de Valledupar. Hoy sus restos se encuentran depositados en la ermita dentro del cementerio nuevo.El padre Vicente de Valencia,fundó la escuela Parroquial, siendo su primer Director y remodeló la parroquia.El padre Vicente de Valencia,crió un indígena quien inicialmente fue su acólito y después su compañero inseparable en la iglesia de la Concepción, el organillero Miguel Arroyo.

Imágenes que ilustran la vida de este capuchino:

Fray Atanasio Vicente Soler y Royo

Obispo y Vicario Apostólico de la Guajira

Superior del Padre Vicente de Valencia y quién medió en Valledupar, para que este fuera aceptado.



Fray Vicente de Valencia

Inauguración del Monumento a Las madres en Valledupar. En la fotografía el padre Vicente de Valencia,Leonidas Acuña Martinez entre otros-

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El padre Vicente de Valencia,con estudiantes en Mariangola-Valledupar

La escritora Consuelo Araujonoguera, nos trae una anécdota del padre Vicente, en su libro ESCALONA, EL HOMBRE Y EL MITO, la cual transcribo: "Fue esa la época en que toda la región parecía una gigantesca esponja que por donde se pisara rezumaba humedad. Todo estaba enchungado y los campos y las calles no eran sino unas inmensas lagunas debido al invierno que se desencadenó desde octubre y que aún en esos primeros días de noviembre estaba en su apogeo. Había tanta agua por todas partes que ya la gente estaba pensando seriamente en acudir al expediente de una rogativa celestial y volver a sacar el Santo Ecce Homo tal como lo sacaron en aquel marzo de fuego, cuando sobre la tierra calcinada caían uno tras de otro los semovientes con la jeta cuarteada y los pulmones resecos, y los potreros ardían solos, convertidos en extensos territorios en llamas. Un grupo de ciudadanos notables se alistaba para ir a visitar al reverendo padre Vicente de Valencia, párroco de Valledupar y rector moral de todos los contornos, a fin de exponerle el novedoso propósito de ahora de invertir la petición y volver a sacar al milagroso Santo para implorarle pública y masivamente que aplacara ese agobiante invierno, que había hecho salir de madre los ríos, borrando linderos de posesiones y cambiándole el curso a los caminos. El primero de noviembre, por ejemplo, durante las siete horas que estuvo lloviendo, nadie dudó de que los pacíficos iban a ser borrados de la faz de la tierra una vez el río Cesar comenzara a hincharse con las aguas del Guatapurí y a desparramarse incontenible por los playones cercanos. El puente Salguero, juraban los más viejos, no existiría al día siguiente cuando escampara, si era que escampaba ese diluvio. Al fin, al cabo de unos días, las lluvias fueron amainando sin necesidad de la rogativa, a la que no convino el padre Vicente con el argumento, lúcido y severo, de que:

-"Vosotros nunca estáis satisfechos con nada, ¿eh? -les dijo. Queréis un Dios de bolsillo del cual podáis echar mano cuando hay verano para que os mande la lluvia y cuando llueve mucho para que os haga salir el sol, ¿eh?... Pues saberos que la imagen del Santo Ecce Horno no sale de la Iglesia, así amanezcamos todos ahogados. ¡Sabedlo! Y ahora, iros, iros" -concluyó-, mientras les daba la espalda y tomaba el breviario que leía todas las tardes antes del rezo del Santo Rosario.

Y difundida por todas partes la versión de que el padre Vicente no dejó sacar al santo, la gente se dedicó mejor a buscar fórmulas caseras para los sabañones, a inventarse otros remedios más efectivos que la quema de hojas y bruscos secos para espantar la zancudera que se adueñó de los aposentos, y las mamás a cocinar y preparar emplastos calientes de tripas de totumo y jarabe de rábano para los bronquios congestionados de los muchachitos.”

César Emilio Sánchez Vásquez

Miembro de Número de la Academia de Historia del Cesar. 

Editor del Blog:Personajes de la Ciudad de los Reyes, Valle de Upar y Región Caribe de Colombia. 

Esta biografía hace parte de los Personajes de la Ciudad de los Reyes, Valle de Upar y Región Caribe de Colombia, publicación de la Academia de Historia del Cesar, recuperando la memoria histórica.

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Juvenal Ovidio Palmera Baquero-Biografía

 Juvenal Ovidio Palmera Baquero

1908 - 2002

Nació en la Ciudad de los Reyes Valle Dupar el día 17 de abril de 1908, hijo legítimo de Don Juvenal Palmera Cotes y Doña Eufemia Baquero Araujo; sus abuelos paternos: Don Federico Palmera Triana y Doña Ana Cotes de Palmera; sus abuelos maternos: Don Hospicio Baquero Mestre y Doña María Antonia Araujo Clavijo; sus bisabuelos Paternos: el presbítero José María Triana de Mier y Doña Dominga Palmera; sus bisabuelos maternos: Don Francisco Javier Mestre de Oñate y Doña Manuela Modesta Baquero; sus tatarabuelos paternos: Don José Martin Triana y Doña Dionisia de Mier Bolaños; sus tatarabuelos maternos: el presbítero Valentín Mestre González y Doña María Dominga de Oñate. Siguiendo la génesis de esta familia, los padres de Doña Dionicia de Mier fueron: Ignacio Bolaños y Eugenia del Sacramento de Mier Ramírez; y de esta última, Antonio Marcelino de Mier y Villar y Dionicia Josefa Ramírez; los de Mier y Villar, tienen su natalicio en la madre patria, provincias Alles y Oviedo.

Los Tíos paternos de Juvenal Ovidio Palmera Baquero, fueron: Don Ernesto Palmera Cotes y Doña Eufemia Castilla Palmera de Vásquez, quienes eran hermanos de Don Juvenal Palmera Cotes.

El doctor Ovidio Palmera Baquero tuvo  tres hermanas: Doña Susana Palmera Baquero, casada con el profesor Manuel Gregorio Núñez, pedagogo natural de San Juan del Cesar, residenciado en Santa Marta; Dominga Palmera Baquero, quién contrajo matrimonio con Don Aníbal Guillermo Castro Monsalvo y Doña Leticia Palmera Baquero, casada con  Don Carlos Herazo.

Don Ovidio Palmera Baquero hizo sus estudios primarios en Valledupar bajo las orientaciones de los educadores bogotanos: Jorge Luis Boschel y Eduardo Riaño Cualla. Sus estudios secundarios los hizo en el Liceo Celedón de Santa Marta  y en Bogotá en el Colegio Mayor de Nuestra señora del Rosario, donde recibe el grado de bachiller en Filosofía y Letras.

Estudió derecho en la universidad Nacional de Colombia y obtiene su título de Doctor en Derecho el 17 de noviembre de 1930, siendo rector  el doctor  Eduardo Restrepo Sáenz. Su tesis de grado versó: “Sobre Nulidad absoluta de los contratos civiles”; fueron sus examinadores los ilustres doctores: Gabriel Abadía Méndez y Víctor Cook.

En la ciudad de Bogotá el doctor Juvenal Ovidio Palmera Baquero,contrae matrimonio con la distinguida dama santandereana Doña Alix Pineda Serrano, de cuya unión nacen: Don Jaime Palmera Pineda (arquitecto), Doña Leonor Eufemia Palmera Pineda (antropóloga), Don Juvenal Ovidio Ricardo Palmera Pineda (economista) y Doña Elsa del Rosario Palmera Pineda.

Antes de su matrimonio, el Doctor Ovidio Palmera Baquero tuvo tres hijos,en su orden: La muy querida y recordada Micaela Palmera,(fallecida) esposa de Don Pedro Pascual Castilla; Beatriz Eufemia Palmera Ceballos y Carlos Palmera Ceballos,(fallecido), habidos con Doña Antonia Ceballos, vecina de Santa Marta.

El Doctor Juvenal Ovidio Palmera Baquero al terminar su carrera profesional, se desempeña como secretario General del Ministerio de Correos y Telégrafos. Fue Diputado a la Asamblea del departamento del Magdalena en 1935 y Magistrado de la Corte Suprema de Justicia, elegido por la Cámara de Representantes en 1950.

El doctor Juvenal  Óvido Palmera regresa a Valledupar, donde se consagra al ejercicio profesional con pulcritud y honestidad y es en esta ciudad, donde se ganó el epíteto de  “La Conciencia Jurídica del Cesar”.

El Congreso de la República de Colombia, le concedió la más alta condecoración  que el poder legislativo otorga  a los ciudadanos distinguidos y meritorios del país: La Gran Cruz en la categoría de Oro, la cual fue recibida por Don Juvenal Ovidio Palmera Baquero, con la humildad que siempre lo caracterizó, al cumplir sus bodas  de Oro Profesionales.

La biblioteca de este distinguido jurista del Valle de Upar, fue donada a la Universidad Popular del Cesar, para que siguiera prestando un fin eminentemente social, en la formación académica de la gente pobre y necesitada de esta región de Colombia.

El doctor Juvenal Ovidio Palmera Baquero, murió en la ciudad de Asunción Paraguay el 6 de octubre de 2002 y sus restos descansan en la paz del señor, en el Parque Serenidad y Memorial en dicha ciudad.

Juvenal Ovidio Palmera Baquero en su juventud

Los padres del doctor Juvenal Ovidio Palmera Baquero:

Don Juvenal Palmera Cotes

Doña Eufemia Baquero Araujo

Don Juvenal Palmera Cotes en su vejez.

Su bisabuelo Paterno:

Presbítero José María Triana de Mier

Doña Alix Pineda Serrano,esposa del Doctor Juvenal Ovidio Palmera Baquero con su hijo Jaime Palmera Pineda.

En orden ascendente: Elsa del Rosario Palmera Pineda,Juvenal Ovidio Ricardo Palmera Pineda,Jaime Palmera Pineda y Leonor Eufemia Palmera Pineda.

 Jaime Palmera Pineda en la ciudad de Bogotá,en noviembre de 1948

De izquierda a derecha Leonor Palmera Pineda y Jaime Palmera Pineda en la ciudad de Bogotá, el 19 de agosto de 1950 

Doña Alix Pineda de Palmera con una nieta

Leonor Palmera Pineda y Jaime Palmera Pineda.

De izquierda a derecha: Alberto Herazo Palmera, Jaime Palmera Pineda, Juvenal Ovidio Palmera Baquero y Leonor Palmera Pineda.Fotografía tomada en las afueras de la Plaza de Toros "Santa María", de  la ciudad de Bogotá.

De izquierda a derecha: Leonor Palmera Pineda,Jaime Palmera Pineda, Alix Pineda Serrano de Palmera, Ricardo Palmera Pineda y Beatriz Palmera.Fotografía tomada con ocasión del recibimiento de su titulo de arquitecto, de Jaime Palmera Pineda en Bogotá.

De izquierda a derecha Jaime Palmera Pineda

Jaime Palmera Pineda

 

Juvenal Ovidio Palmera Baquero, en su vejez.

El Gobierno Nacional, la autoridades del departamento del Cesar y el Municipio de Valledupar, están en mora de hacerle un reconocimiento a este ilustre ciudadano, por sus servicios prestados a la Nación y lo mínimo que deberían hacer, es gestionar el traslado de sus restos de la ciudad de Asunción -Paraguay a esta ciudad del Valle de Upar, su tierra; para que descanse al lado de sus padres, hermanos, abuelos y de todos los ancestros de esta gran familia vallenata, en el Cementerio Central.

César Emilio Sánchez Vásquez

Miembro de Número de la Academia de Historia del Cesar. 

Editor del Blog:Personajes de la Ciudad de los Reyes, Valle de Upar y Región Caribe de Colombia. 

Esta biografía hace parte de los Personajes de la Ciudad de los Reyes, Valle de Upar y Región Caribe de Colombia, publicación de la Academia de Historia del Cesar, recuperando la memoria histórica.

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