Jacob Moisés Luque García
1894-1992
Nació el 8 de Febrero de 1894 en Atánquez-Valledupar(Colombia). Fueron sus padres Doña Josefa Luque Rumbo y Don Otoniel García. El 7 de Febrero de 1937 contrajo matrimonio con Doña Rosa Ámerica Fuentes, de cuya unión nació Alba Luz Luque Fuentes. Don Jacob Luque García,falleció en Valledupar el 27 de Junio de 1992.
Don Jacob Moisés Luque García también es el padre de Angélica Luque, Clemente Diaz Luque, Asunción Diaz, y ya fallecidos Margario y Aura Diaz.
Desde muy temprana edad Jacob Luque, demuestra habilidades para el comercio y en 1913 se radica definitivamente en Valledupar,para iniciar sus actividades comerciales y agropecuarias y funda con su hermano José María Luque García un almacén llamado “La Paciencia.”En 1922 la sociedad limitada se disuelve y el 22 de octubre de 1922 funda don Jacob Moisés Luque García su almacén “LA NUEVA PACIENCIA”, que permaneció ubicado en la esquina de la Calle del Cesar con Calle Santo Domingo (hoy Carrera 7ª. con Calle 15) hasta el año 1983.
En este almacén, pionero del comercio de la región en esa época, se vendieron mercancías importadas de Europa y de Estados Unidos, transportadas hasta Valledupar desde Barranquilla con una recua de 22 mulas y sus correspondientes arrieros.
Allí se vendieron en forma regular, desde el año 1922, los acordeones Hohner y por sus puertas entraron los maestros legendarios del vallenato a “probar” las acordeones “tornillo de máquina” y otros con los que engrandecieron el folklor de la región.
Con un sistema contable sumamente organizado y un abastecimiento permanente de todos los productos usados en la región, el almacén “LA NUEVA PACIENCIA” fue el punto de compra no sólo para los vallenatos, sino para toda la región, pues allí se vendían tanto etaminas y opales suizos, como tijeras y cuchillos de Solingen de Alemania, cotones, palas, machetes de Estados Unidos, anilinas y medicamentos de la Bayer, micas, poncheras y jarras para aguamaniles y todo lo que en esa sociedad, que no era de consumo, sino de necesidad, podía comprar de contado o al “fiado”. También se vendían las famosas panelas, panelones y alfandoques de su famosa finca SEVILLA en Atánquez, que fueron reconocidas como las mejores de la región.
Don Jacob Moisés Luque García fue sin lugar a dudas un pionero del comercio regional, de la ganadería y de la producción de frutales, café y caña de azúcar.
Sus libros contables demuestran la pulcritud de sus actividades comerciales, libros que eran registrados y rubricados hoja por hoja por el Juez Municipal, reflejando la acrisolada honradez de JACOB MOISÉS LUQUE, cualidad que rigió siempre su patrón de conducta. Fue un estricto patrón, pagando el salario justo y las prestaciones sociales a sus trabajadores, de acuerdo al Código Sustantivo del Trabajo, que siempre lo acompañaba en su escritorio, con la edición más moderna. En esa época esta justicia social, que se demuestra en sus libros, era en la zona una rareza.
A pesar de no haber tenido una educación superior oficial, fue un lector apasionado, un autodidacta y sobre todo un hombre sabio y prudente.
Con sus vestidos impecables de lino blanco o beige, hechos a la medida en la CASA VARGAS de Barranquilla, sombrero de cañita, oliendo a Agua de Colonia Marie Farinne “gegenüber” y su abanico es recordado por muchos que lo conocieron, como un hombre que dio siempre un buen ejemplo con su vida, practicando hasta su muerte una filosofía tan profunda y tan sabia que sorprende aún hoy día a personas eruditas.
Don Jacob Moisés Luque fue en realidad un filósofo natural de la vida, con una inteligencia superior, siempre a la búsqueda de aprender algo nuevo y de crear algo productivo. El Dr. Ciro Pupo Martínez afirmó “que Atánquez había dado dos grandes filósofos, uno cultivado Rafael Carrillo Luque y otro al natural Jacob Moisés Luque”.
De su boca jamás se escuchó una maledicencia, una palabra soez, un maltrato verbal contra nadie y cuando no tenía algo bueno que decir de alguien, entonces guardaba silencio.
Ya en la ancianidad, fue perseguido por los cuatreros que menguaron fuertemente su capital, por los rateros que lo engañaban con la compra de ganado, cuyos descendientes, están hoy día millonarios, producto del robo descarado a otros. Todo, absolutamente todo, está documentado en unos libros de contabilidad impecables, registrados ante el Juez promiscuo del circuito en Valledupar y cada uno especificado en su uso: Caja, Cuentas Corrientes, Importaciones, Registro de Ganados, Peonaje etc. que silenciosos reposan, perfectamente restaurados en la sala de la casona Luque, guardando memorias del Viejo Valle de Upar y del viejo JACO, el del abanico, el que contestaba al teléfono, exactamente igual a como contesta en Alemania: Jacob Luque AM APPARAT solo que él lo tradujo al español!.
Esas y muchas otras son las coincidencias que después, residiendo tantos años en este país, he podido entender que mi padre las tomó exactamente de los alemanes, a quienes siempre admiró y cuyos productos distribuyó en su almacén LA NUEVA PACIENCIA!
El Dr.Ernesto Palencia Caratt en su libro “Evocaciones Históricas de Valledupar” escribe en la página 110 sobre mi padre y al final de su escrito afirma: “en todo caso don Jacob Luque, que utilizaba la palabra de humor es “El Hombre del Abanico”, que guarda el secreto de una generación que aprendió el código donde no existía la mentira, el odio, la frialdad religiosa, la farsa, la pereza y la perversidad. Por eso el anda abanicándose, para alejar de esta manera, todo el oprobio calenturiento que mortifica el nuevo vivir, la maldad, la inmundicia, la deslealtad, la avaricia y el crimen”
Alba Luz Luque-Lommel
Esta semblanza fue escrita en Odenthal, Alemania, el 7 Febrero de 2014, día del cumpleaños 120 de papá.
Imágenes que ilustran la vida de este prospero empresario, en el Valle de Upar
Don Jacob Moisés Luque García al frente de su negocio "La Nueva paciencia"
El hermano de Don Jacob Luque,Don José María Luque García,el tercero de izquierda a derecha observa al empleado probando el acordeón alemán o maquina de tornillo. Único almacén en la Ciudad de los Reyes Valle Dupar,proveedor de dichos instrumentos musicales.Con ello contribuyó con el folclor Vallenato y de que manera.
Imágenes del comedor de la casa de Don Jacob Luque García.
Frente de la casa colonial de Don Jacob Moises Luque García,ubicada en la calle Santo Domingo,al costado del Convento Santo Domingo,hoy carrera 7 con calle 15 en Valledupar.
En esta esquina funcionó el Almacén La Nueva paciencia, de Don Jacob Luque García.
Datos históricos
(Notas dictadas por el mismo Jacob M. Luque a su hija Alba Luz Luque en 1970).
1894-Nace en Valledupar, el 07 de Febrero. Bautizado en Átanquez ese mismo año.
1913. Viene de Atánquez a residir en Valledupar
1922- abre el almacén LA PACIENCIA en compañía con su hermano José María Luque. Fueron sus primeros empleados: Rafael Arias, Antonio Francisco Carrillo, José del Carmen Armenta y Manuel Morales en la contabilidad.
1925- Abre solo el almacén LA NUEVA PACIENCIA, traen la mercancía desde Barranquilla viajando en mulas, que comandaba como arriero, Carmen Maestre y posteriormente Cirilo Castilla.
Desde el año 1922, fue el primero en traer los acordeones a Valledupar, que antes eran vendidos solo en Barranquilla y Riohacha.
Francisco Valle, el hombre más rico del pueblo, le anunció “que la empresa de él era un fracaso”; el tiempo demostró lo contrario a lo afirmado por el hombre de los tres monitos,su empresa fue la mas prospera del Valle de Upar.
Seis años más tarde compran la finca CONVENCIÓN en el camino a Fundación, vendida posteriormente a Rafael María Lacouture y después este la vende a Jorge Dangond, hoy día es de sus herederos.
Compran la Nueva Cuba una finca de café y bastimento en Azúcar Buena.
1924 Comienza con la adquisición de la finca RIO DE JANEIRO, que en 1985 le conceden por prescripción de posesión de mas 30 años, amparado por la compra legal de pesos de tierra de la corona española, adquiridos de los derechos de doña Leticia Castro de Pupo. Las escrituras así lo demuestran.
El Notario Publico de esa época era el manco Aarón.
La gente vallenata a Jacob y a José María Luque García, les llamaban "Los Turcos", tal vez por su apariencia de ojos claro y por la habilidad de hacer negocios.
Jacobo Daza de Patillal, los recomendó en Barranquilla con el señor Schumann, un alemán a quien le compraron acordeones Hohner, tijeras, cuchillos de Solingen, colorantes de la Bayer y muchos otros productos de la industria alemana.
También comerciaron con el señor Meisel, quien le concedió el primer crédito por valor de $250.00 pesos y a los 30 días lo pagaron!
La vida de Jacob Moisés Luque García, su trabajo y su honradez, debe servir de ejemplo a los ciudadanos de hoy,que son muy dados a hacer capitales con los dineros de las arcas publicas o con la droga, o a través del delito;dineros malditos y mal habidos, que al final se los lleva el diablo,como decía mi madre.
César Emilio Sánchez Vásquez
Miembro de Número de la Academia de Historia del Cesar.
Editor del Blog:Personajes de la Ciudad de los Reyes, Valle de Upar y Región Caribe de Colombia.
Esta biografía hace parte de los Personajes de la Ciudad de los Reyes, Valle de Upar y Región Caribe de Colombia, publicación de la Academia de Historia del Cesar, recuperando la memoria histórica.
Nota: Al terminar la lectura de cada biografía, encontrarás el signo de google g +1.