sábado, 12 de marzo de 2016

Biografía- CIRO PUPO MARTÍNEZ

CIRO PUPO MARTÍNEZ

1897-1956

Ciro Pupo Martínez, nació en Valledupar el 28 de noviembre de 1897, de la unión matrimonial de Esteban Pupo Paz y María Francisca Martínez Maestre. Fueron sus hermanos Ciro, Oscar, Luis Raúl, y Esteban Miguel, quien murió prematuramente. Curso la primaria en Valledupar y el bachillerato luego de realizar algunos años en Mompox, lo finalizó en el colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario de la ciudad de Santa Fe de Bogotá.


Una vez bachiller el joven Ciro Pupo Martínez, decidió afianzar sus conocimientos ingresando a la faculta de medicina de la Universidad Nacional, allá fue destacado como un alumno sobresaliente y esmerado.

Una vez terminados sus estudios universitarios el medico rehusó la posibilidad de instalarse en la capital porque la necesidad de su pueblo lo atraía. Decidió entonces volver a Valledupar, donde abrió su consultorio en la calle Santo Domingo, atendiendo permanentemente todas las dolencias de sus pacientes.

Aunque Ciro Pupo Martínez residía en la ciudad de Valledupar, constantemente se le veía con su maletín a la mano cabalgando, por todos los sitios apartados realizando consultas médicas y aliviando siempre a sus pacientes, así mismo viajaba en su Willis por trochas de la región porque algunos pacientes se requerían sus servicios pueblos iba a los corregimientos, aldeas, pueblos donde solicitaban su presencia. Él no tenía distinción de clase social, religión u otra condición de sus convalecientes. A todos los distinguía con el mismo esmero ya que su principal atributo consistía en anteponer el juramento de Hipócrates a cualquier actividad de su profesión, hasta el punto que difícilmente se le veía cobrando una consulta. La mayoría de pacientes, en recompensa por sus servicios, le obsequiaban gallinas, chivos o cualquier producto de su cosecha.

El consultorio del medico Ciro Pupo Martìnez, era constantemente una base de romería. No solo era asediado por convalecientes de Valledupar.  Su ilustración médica era conocida por pacientes de toda la región, que lo visitaban atraídos por su sapiencia medica, su ética profesional y la labor desinteresada que desplegaba en cada consulta.

En aquella época la ciencia farmacéutica poco había avanzado, y los medicamentos eran tan escasos que los médicos debían ensayar con paliativos que los propios farmaceutas preparaban; y los curanderos poseían tanta autoridad en el ramo de la salud como los médicos.

El medico CIRO PUPO MARTINEZ, enlazó una gran amistad con Rigoberto Benavides, farmaceuta procedente de La Vega, Cundinamarca, quien llegó a Valledupar a principios del siglo precedido por sus amplios conocimientos en la materia. RIGOBERTO, preparaba los medicamentos de acuerdo a las orientaciones de su amigo médico.

La lectura incesante de Ciro Pupo, cinceló en su personalidad, aparte de su vasta cultura, una oratoria ilustrada que se desenvolvía en cualquier conversación, seduciendo fácilmente la atención de sus contertulios. Pero, además de su charla cautivante, poseía otra cualidad que lo distinguió en su vida pública; siempre vestía de un blanco impecable. Sus trajes de lino eran tan conocidos como su irreprochable ética médica.

Ciro Pupo, presionado por su amigo Pedro Castro Monsalvo, Jefe del Partido Liberal, acepto en 1935 la Gobernación del Magdalena Grande; pero muy pronto, decepcionado por la política burócrata que transcendía en Santa Marta, renunció al cargo para volver a su ciudad y a su profesión. Fue su única incursión política, aunque dos años antes había representado al departamento del Magdalena en la Cámara de Representantes.

Una de sus labores profesionales mas recordadas fue su participación como medico entre 1943 y 1949, en la Zona de Carreteras Nacionales.

En 1928 el medico contrajo matrimonio con ADELA MARÍA MAESTRE CASTRO, de cuya unión no quedó descendencia, pero la bondad de la pareja amparó bajo su seno el amor de sus sobrinos y otros jóvenes, que fueron como hijos.

CIRO PUPO MARTINEZ, falleció el 8 de septiembre de 1956, de 59 años y todavía es recordado por su inmensa ética profesional y su labor medica debe ser emulada fielmente por los profesionales del futuro.

El doctor Ciro Pupo Martìnez sigue siendo, después de tantos años de muerto, no solo el màs distinguido e influyente medico de la región, sino el màs insigne representante de una raza que vino de Mompox.

Rafael Gutierrez Acosta
Miembro de Número de la Academia de Historia del Cesar.
Autor de la Biografía.


César Emilio Sánchez Vásquez

Miembro de Número de la Academia de Historia del Cesar. 
Editor del Blog:Personajes de la Ciudad de los Reyes, Valle de Upar y Región Caribe de Colombia. 


Esta biografía hace parte de los Personajes de la Ciudad de los Reyes, Valle de Upar y Región Caribe de Colombia, publicación de la Academia de Historia del Cesar, recuperando la memoria histórica.


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