El profesor LEONIDAS FRANCISCO ACUÑA MARTINEZ
1916-2008
Nació en Valledupar el 21 de abril de 1916. Murió en Barranquilla el 6 de agosto de 2008.Fueron sus padres: Miguel Antonio Acuña Gutiérrez y Rosario Gabriela Martínez Maestre. Sus abuelos fueron: Miguel Pompilio Acuña e Ignacia Gutiérrez; José Manuel Martínez Maestre y Tomasa Maestre Peralta. Sus bisabuelos maternos: El presbítero Manuel María Quintín de los Dolores Martínez Rodríguez y la señora María Francisca Maestre, de Atánquez. Sus tatarabuelos maternos: El escribano José Manuel Martínez Rodríguez y Doña Josefa Ignacia Rodríguez Díaz. Los padres de sus tatarabuelos maternos: Don José Felipe Martínez de Osa y Doña Águeda Rodríguez Romero; Don Isidoro Rodríguez de Díaz y Doña Concepción Díaz de Nieves; Los padres de estos fueron: Luis José Martínez y Doña Juana Gregoria de Osa y Don Cristóbal Rodríguez y Doña Juana Luisa Romero de Rivero. Los padres de estos fueron: Don Bartolomé Rodríguez y Doña Josefa de Frías y Don Alejo Díaz y Doña Juana de Nieves.
Fue criado en el hogar formado por Manuel María Meza Martínez y Delfina Corzo Maestre, familiares estos quienes eran primos de Rosario Gabriela.
Fue criado en el hogar formado por Manuel María Meza Martínez y Delfina Corzo Maestre, familiares estos quienes eran primos de Rosario Gabriela.
Sus estudios los recibió de Juan de los Reyes Gutiérrez Zuleta y de Roy Márquez, quien era este un español republicano que había sido rector de una universidad de Andalucía, y fundó en Valledupar un establecimiento educativo de efímera duración, en este colegio dictó clases de inglés José Eugenio Martínez.
Las primeras incursiones pedagógicas las inició como profesor en la Escuela Parroquial de Valledupar, bajo la dirección de Virgilio Soto; institución fundada por el padre Vicente de Valencia en la década del 30.
En 1937 fundó en Los Venados una cooperativa de nutrición escolar. En Villanueva fue maestro de la Escuela Diurna reemplazando a José Manuel Aponte por renuncia de este. Estuvo como maestro en La Paz (municipio de Robles) y de allí fue trasladado al Banco en el año de 1939. A la población de El Banco viajó con el amor de su vida Gilma Elena, con quien había contraído nupcias en la población de El Molino.
GILMA ELENA y LEONIDAS FRANCISCO
Su Matrimonio
El matrimonio de Leónidas Francisco y Gilma Elena fue bendecido en la población de El Molino, por el presbítero Pedro Simón Serrano Griego, quien era el párroco de La Paz, pero se encontraba allí por enfermedad; dicho matrimonio, el día 8 de julio de 1939, contó con la presencia del notario de Villanueva, el señor Manuelito Fernández, quien estaba allí por solicitud del padre Serrano.
Leónidas y Gilma viajaron desde La Paz en un carro manejado por “Chicho” Cabello. Otros asistentes fueron: Carlota Morón y su novio Lucas Daza, Víctor Rafael Aroca y Clara Martínez, “Mingo” Valle y su señora esposa quienes facilitaron sus anillos para el matrimonio.
Los familiares de Gilma no asistieron pues se encontraban en “Arroyo del Agua,” finca de la familia, cercana a “El Desastre”, Codazzi.
El vestido de matrimonio lo confeccionó la señora Luisa Soto, y la corona de la novia la hizo Isabel Felicia Martínez. Los anillos definitivos los hizo un amigo de Leónidas y fueron bendecidos en Chiriguaná en el viaje de regreso de Leónidas y Gilma hacía El Banco. Allí en Chiriguaná se posaron en un hotel de propiedad de las hermanas de Enrique Vargas Fonseca, futuro cuñado de Gilma.
Este matrimonio con visos de drama romántico se logra realizar en El Molino y no en La Paz porque, ya hecho el compromiso y con el deseo de casarse antes de viajar hacía El Banco, donde había sido nombrado maestro de escuela pública Leónidas y al presentarse la enfermedad del Padre Serrano, quedando así sin Cura la parroquia de La Paz, no obstante que Leónidas requirió ante el padre Vicente de Valencia para que solventara esta acefalía parroquial, no hubo otra solución sino recurrir al padre Simón Serrano. Esta serie de acontecimientos se presenta porque Leónidas ejercía como maestro en La Paz y su familia en Valledupar no compartía la idea del matrimonio y buscaron la forma de alejarlo de ese proyecto y le habían buscado nombramiento de maestro para El Guamal y así se aceleró el proyecto de la pareja de novios. Leónidas consiguió que lo cambiaran para El Banco.
El alcalde de La Paz en esos años era Lorenzo Barros, hermano de José Benito el gran compositor banqueño.
El matrimonio cuando regresa y se domicilia en La Paz encuentra ya de párroco a Joaquín de Orihuela. Pasaba el tiempo y el padre Serrano murió en 1940 pero no aparecía la partida de matrimonio y el padre Joaco insistía y mortificaba. Hasta que la solución fue hacer renovación del matrimonio en octubre de 1944 por considerar que Serrano no tenía jurisdicción en El Molino.
En 1989 el padre Armando Becerra en Valledupar y en 1999 en la iglesia de El Espíritu Santo en Barranquilla complementó los aniversarios 50 y 60, respectivamente. En julio de 2008 al cumplir 69 años de casados, celebraron un último oficio conmemorativo.
Al regresar de El Banco, fundó en La Paz, con su cuñado Miguel Aroca Oñate, el Instituto Robles, colegio que en el año de 1945 fue mixto.
En La Paz se vinculó al Ministerio de Obras Públicas como inspector, viajando en esos tiempo a lugares como Cuestecita, compañero de labores con Miguel Gnecco Navas. Continuó este vínculo laboral con el Ministerio en la ciudad de Valledupar a donde fue trasladado y allí ejerció el cargo de almacenista. Estando en este trabajo con la Zona de carreteras, logra en horas muy tempranas, 6 a.m., dictar clases, dedicarse con entusiasmo a la educación y teniendo en cuenta las sugerencias de las familias Luque Soto, Monsalvo Riveíra, Martínez Torres, Araujo Noguera funda el colegio Nuestra Señora del Carmen en el año de 1948.
Este colegio fue de carácter mixto durante muchos años y cumplió una labor educativa de mucha calidad en todo momento. Muchas juventudes recibieron allí las enseñanzas con lujo de competencia. El profe Acuña siempre se preocupó por tener como compañeros de pedagogía a ilustres profesores.
En todo tiempo se movió por un sentimiento de solidaridad demostrado en su cualidad esencial que fue su vocación por la enseñanza, por la pedagogía.
Por motivos financieros no pudo continuar su labor pedagógica, lo cual lo obliga al cierre del colegio en 1973.
Posteriormente fue nombrado tesorero municipal de Valledupar y su último cargo público lo ejerció como subgerente de la Lotería La Vallenata. Logró pensionarse y se trasladó a Barranquilla por el único motivo de acompañar a sus hijos menores quienes estudiaban en esa ciudad.
Dentro de sus actividades de tipo social, están la fundación del Club de Leones Monarca y el Centro de Historia, ambos en Valledupar.
Por su destacada vida dedicada a la educación recibió las siguientes distinciones:
“Medalla María Concepción Loperena” por parte del gobierno municipal presidido por José Guillermo Castro Castro.
“Honor al Merito Cacique Upar” categoría oro, por parte del gobierno departamental de Luis Rodríguez Valera el 25 de abril de 1979.
“Medalla al Mérito Pedagógico Enrique Pupo Martínez” en el gobierno departamental de Lucas Gnecco Cerchar el 17 de marzo de 1993.
“Medalla de Honor al Mérito Histórico Hernando de Santana” en la categoría Ciudadano Ejemplar, el 21 de diciembre de 2000.Esta distinción le fue entregada en el centro educativo integral que lleva su nombre, por el gobierno municipal presidido por Johnny Perez Oñate.
Ilustración de esos momentos de honores recibidos
Agradeciendo la distinción recibida.
Brindis con sus familiares ese memorable día, 25 de abril-1979
Recibiendo el diploma correspondiente a la condecoración "Medalla de Honor al Merito Histórico- Hernando de Santana", de parte del señor alcalde Johonny Perez Oñate y de Rosa Leonor Cabello Baquero.
Corta la cinta el alcalde Johonny Perez, inaugurando así el colegio Leonidas Acuña Martinez.
Leónidas Francisco y Gilma Elena tuvieron cuatro hijos: Rodolfo León, Iris Marga, María Luz y Pedro Augusto. De su descendencia logró conocer 14 nietos, 13 bisnietos y 4 tataranietos.
Descripción muy acertada de Leonídas Acuña Martínez:
“Veo a un hombre alto, esbelto y bien trajeado. En los registros fotográficos de su juventud Leónidas Acuña Martínez lucía ropa con chaqueta, pantalón y corbata. Ropa bien cortada, porque parece ser una característica de su Valledupar ancestral. El corte impecable de la ropa, agregando el olor a agua de colonia y el trato social fino y discreto, una dicción correcta y una escritura ortodoxa y ahí tenemos de cuerpo entero, al educador de juventudes, el varón cívico y al esposo, padre y familiar solidario, honesto y honrado, así fue el profesor Acuña.
Provenía de un linaje boyacense por la vía de Mompóx; alguno de sus antepasados fue como él, maestro, que cruzó el Magdalena y por la vía de trochas y los caminos de herradura llegó a Valledupar. Por el Martínez, se entroncaba directamente a oradores y políticos lugareños, pero en especial con el legendario Padre Martínez, fértil tronco del gen vallenato, tan sazonado por la galantería y la gracia. Por esta rama el Profesor Acuña estuvo ligado a la vallenatitud. Siempre complacido con sus ancestros y cultura autóctona, no excluía sus relaciones con el mundo exterior; dando muestra a través de su discurrir vital, la tolerancia y espíritu abierto. Estuvo pendiente siempre de lo que sucedía en el mundo global y aspiraba a que su tierra natal disfrutara de una apertura intelectual hacia un disfrute de lo material para todos.
Esencialmente católico, pero no fundamentalísta, fue organizado y fundador de colegios en la región del Valle de Upar, que un colegio oficial lleve su nombre hoy, es solo el reconocimiento justo, a este empeño y a esta labor”. Guillermo Henríquez Torres.
"El Matrimonio a los 50 años".Por Leonídas Acuña Martínez.
El caso de conservar una vida sujeta a una larga trayectoria de amargura y poco goce, como es la actividad matrimonial, merece título, por abnegación, ya que su relato figura en la escala martiriológica del cristianismo. En un lapso de 50 años se necesita una educación formal, completa y eficiente para que ambos logren registrar en los arcanos del corazón, hasta conseguir la panacea que alimenta el balance de la lucha, mediante el equilibrio que sostiene el amor. En dos genios diferentes de contradicción recíproca, impera afecto-ternura-apego, como también oposición y otras aversiones, o mejor decir nace una amalgama en que los conyugues necesitan conocer el juego del amor que inspecciona el ajedrez de la vida para llegar a la meta deseada. Toda dicha nace de un dolor. Hay que partir la manzana para gozar de su dulzura; como en la vida espiritual la tragedia de la cruz es el preludio de la corona. Así podemos decir como dijo el poeta:”El matrimonio es un desafío a la naturaleza y una vez que se ha arrojado el guante, hay que disponerse valientemente al combate que se ha provocado”.
Llegar a culminar las bodas de oro, es llegar a la era de reposo casi absoluto, en que los seres conservan su físico marchito por los años y su actividad intelectiva disminuye por desgaste celular, llegando a provocar una sensación de descenso muy similar en los órganos importantes que generan la vida y dan testimonio de una existencia que Dios creó para goce de los mortales. EL DIARIO, Valledupar 5 de julio de 1989.
Recibiendo la bendición por el reverendo sacerdote Armando Becerra Morón, en el 50º aniversario de su unión matrimonial.
Feliz recibimiento en la residencia de Rodolfo y Bertica, después del oficio religioso.
Brindis ese memorable 8 de julio de 1989.
Los Ancestros de Leonidas Acuña Martinez
Su Bisabuelo Materno:
Presbítero Manuel María Quintín de los Dolores
Martínez Rodríguez 1821- 1891 Los Reyes Valle de Upar - La Nueva Granada.
Nació en la ciudad de Los Reyes Valle de Upar, el día 3 de abril de 1821 a las seis de la mañana; Murió en la misma ciudad el día 2 de junio de 1891 a las 8 a.m, sepultado eclesiásticamente con exequias de primera clase, misa de cuerpo presente el día 3 de junio de 1891, sus honras fúnebres fueron presididas por el presbítero Miguel A. Barros; El padre Manuel María Martínez Rodríguez, era hijo legitimo del escribano público Don José Manuel Martínez Rodríguez y Doña Josefa Ignacia Rodríguez Díaz (hermana del presbítero Juan Bautista Rodríguez); sus abuelos paternos: Don José Felipe Martínez de Osa y Doña Águeda Rodríguez Romero; sus abuelos maternos, Don Isidoro Rodríguez de Frías y Doña Concepción Díaz de Nieves; sus bisabuelos paternos: Don Luis José Martínez Martínez y Doña Juana Gregoria de Osa y Don Cristóbal Rodríguez y Doña Juana Luisa Romero de Rivero; sus bisabuelos maternos: Don Bartolomé Rodríguez y Doña Josefa de Frías y Don Alejo Díaz y Doña Juana Nieves.
El escribano José Manuel Martínez Rodríguez, persona de mucha influencia social, política y económica en la región del Valle de Upar, se casó dos veces: del primer matrimonio con Doña Ignacia Rodríguez Díaz, descienden el presbítero Manuel María Quintín de los Dolores Martínez Rodríguez y Ana de los Dolores Martínez Rodríguez; Al morir Doña Ignacia Rodríguez, se casa con la señora María Magdalena Bravo, procreando a: Bárbara de Jesús Martínez Bravo; Eugenio Martínez Bravo y Josefa Ignacia Martínez Bravo.
El presbítero Manuel María Quintín de los Dolores Martínez Rodríguez, estudió teología y fue Cura Rector de la Iglesia parroquial de Valledupar, La Concepción, Fue un gran orador litúrgico.
El presbítero Manuel María Quintín de los Dolores Martínez Rodríguez, convivió con Doña María Francisca Maestre, natural de Atanquez, con quién tuvo nueve (9) hijos: María Francisca (Pachita) Martínez Maestre de Pupo; Josefa Ignacia (Nachita) Martínez Maestre de Brugués; Samuel Martínez Maestre; José Manuel Martínez Maestre; María Josefa (La niña Pepita) Martínez Maestre de Meza; Antonia Martínez Maestre de Acosta; Manuel María Martínez Maestre; Micael Martínez Maestre y Juan María Martínez Maestre.
Su progenitora:
Rosario Gabriela Martinez Maestre
Su hermano:
Leonidas Acuña en su juventud:
Miguel Antonio Acuña Martinez
Imágenes de una vida ejemplar
Años 40
Leonidas Acuña Martinez en San Sebastian de Rábago, hoy Nabusímake, Ciudad donde nace el sol. El antiguo nombre era español, y le fue cambiado, por solicitud de los Arhuacos a Cesar Emilio Sánchez Vásquez, siendo este Concejal de Valledupar en 1.982.-
Paseo de Leonidas Acuña con sus amigos en el Pozo de Hurtado, Río Guatapurí en Valledupar. Don Juan R. Gutierrez en primer plano, con sombrero Leonidas.
La inolvidable y amable sonrisa de Leonidas Acuña.
Su esposa de toda la vida Gilma Elena Aroca Oñate
Disfrutando con Gilma Elena en un baile de carnaval.
Presidiendo el cortejo Nupcial con su hija Iris hacia la iglesia de la Concepción. Enero de 1963.
Brindis en el matrimonio de su nieta Luisa Fernanda
con Jose Fernando Mejía Campo. 19 de marzo de 2000.
Con Mariana Benavides Cortés, su primera tataranieta en 2003.
Cinco generaciones: Leonidas y Gilma, Iris Marga Acuña Aroca, José Manuel Cortes Acuña, Ana María Cortés Iglesias, Mariana Benavides Cortés. 26-12-2003.
María Luz,Pedro Augusto,Leonidas, Gilma, Iris Marga, Rodolfo León. 26-12-2003
María Luz y Jorge Visbal,Pedro Augusto y Alejandra Toledo,Leonidas y Gilma, Iris Marga y Beltrán Cortes, Rodolfo León y Bertica Henriquez. 26-12-2003
Hijos, yernos, nueras,12 nietos, 8 bisnietos y una tataranieta, en esta foto tomada el 26 de diciembre de 2003
El día que bautizaron a Juliana su segunda tataranieta
Actualizándose a todo momento. Año 2004
Interviniendo en la tertulia con amigos pensionados en la ciudad de Barranquilla. 2005
Leonidas Francisco y Gilma Elena en la boda de su nieto José Luis Acuña Henriquez y Carolina Rivero Maya, febrero de 2008.
Leonidas Acuña El Educador:
En el Municipio de La Paz:
Instituto Robles fundado en el año de 1945,de derecha a izquierda se aprecia al profesor Leonidas Acuña, están a la espera del Vicario Apostólico de la Guajira Monseñor Vicente Roig y Villalba. De ángeles Rosario Aroca y Mariblanca Gnecco Hernandez; el niño es Rodolfo Acuña Aroca.
En la ciudad de Valledupar:
El Profesor Leonidas Acuña Martinez, funda el Colegio Nuestra Señora del Carmen en el año de 1948. En sus inicios este colegio fue de carácter mixto durante muchos años, implantándose esta modalidad por primera vez en la región. Así estuvo hasta cuando Monseñor Vicente Roig y Villalba insinuó con mucho énfasis que no era conveniente y quedó definitivamente solo para Varones.
En el año de 1953, las niñas del Colegio nuestra señora del Carmen, en el centro se aprecia a la profesora Elvira Gutierrez Céspedes distinguida educadora y colaboradora esencial en el Colegio Nuestra señora del Carmen.
En el año de 1955, las niñas del Colegio Nuestra señora del Carmen, aquí con las normalistas de Escuela Superior Carmen Gutierrez Acosta y Rosario Aroca Oñate. La niña sin uniforme es María Luz Acuña Aroca.
Primera Banda de Guerra del Colegio Nuestra Señora del Carmen, año de 1955. Moises Guerra, Jaime Oliveros, Rafael Díaz, Jaime Olivella, Jaime Curvelo, Miguelito Ahumada y José Alfonso Martinez.
Segunda Banda de Guerra del Colegio Nuestra Señora del Carmen, año de 1956. Con el primer uniforme.
Banda de Guerra del Colegio Nuestra Señora del Carmen, año de 1956, en el parque de las Madres- Valledupar. Aquí estrenaron el uniforme confeccionado en Medellín.
Banda de Guerra del Colegio Nuestra Señora del Carmen, año de 1957, en el parque de las Madres- Valledupar.
Juan R, Gutierrez y Leonidas Acuña Martinez en Valledupar, en una de las localidades donde funcionó el colegio.
Cecilia Maya Escalona, Leonidas Acuña Martinez y Lucila Luque Soto, atrás Alba Araos Solano, año de 1953. En este lugar funciona el banco popular de la Calle Grande.
Colegio Nuestra Señora del Carmen, en el parque de las Madres- Valledupar. En la fotografía se aprecia al fundador del colegio, Leonidas Acuña Martinez, Alejo Bermudez, Licenciado César Pompeyo Mendoza Hinojoza y alumnos Marcelo Romero Churio, Armando Pimienta Cotes,Rene Parodis,Rodolfo Martinez Torres, Aldo Molina, Jaime Muñoz Martinez, Enrique Aponte López, Carlos Cuel Baute, Rafael Cotes Medina.
Primera comunión de alumnos, cuando el colegio Nuestra Señora del Carmen funcionaba en el callejón de La Estrella.
Con distinguidos profesores y colaboradores entre ellos los profesores Bonilla y Luis Zequeda.
Inauguración del monumento en homenaje a las madres, en la plazoleta del cementerio, luego se conocería como Plazoleta de las Madres en la ciudad de Valledupar, en la fotografía se aprecia al padre Vicente de Valencia, Leonidas Acuña Martinez, Lucas Monsalvo,Huberto Meza, Rafael Valle Montesino,Jorge Dangond Daza,Juan Gutierrez Zuleta entre otros.
Tres de las alumnas del colegio cuando funcionaba en la casa de Leonidas Acuña, Josefa Luque Soto, Airlen Aaron Medina, Alba Martinez Torres. La niña es Iris Marga Acuña Aroca. (Esta foto fue en el patio donde la señora Julia Villazón).
Leonidas complacido por el equipo del colegio,campeón de fútbol.
Leonidas Acuña en los momentos de tristeza:
Rosario Gabriela Martinez Maestre, Mama Chayo, ya anciana y en el ocaso de su vida.(Foto tomada en abril 11 de 1961).
Imágenes de las exequias de Doña Rosario Martinez Maestre- la recordada Mama Chayo:
Rosario Gabriela Martinez Maestre, Mama Chayo, ya anciana y en el ocaso de su vida.(Foto tomada en abril 11 de 1961).
Imágenes de las exequias de Doña Rosario Martinez Maestre- la recordada Mama Chayo:
El féretro que contiene los restos mortales de Doña Rosario Martinez Maestre, saliendo de su casa de habitación en La Calle grande. En la fotografía se aprecian a sus hijos Miguel Antonio y Leonidas Acuña Martinez cargando.Les acompaña el profesor Dagoberto Fuentes Zuleta entre otros.
Dorancé Padrón,Miguel y Leonidas Acuña Martinez, Noé Martinez.
Jorge Dangón Daza, Manuel German Cuello Gutierrez, Don Víctor Cohen Salazar, Manuel Pineda Bastidas, Efrain Quintero Araujo, Noé Martinez Hinojoza, Enrique Vargas Fonseca, Dario Carrillo...por la calle Grande.
Aquí llegando al atrio de la iglesia de la Concepción, cargan el féretro Israel Aroca, enrique vargas,Francisco Molina Sánchez
Ceremonia en el atrio de la iglesia.
Despedida de Rosario Martinez Maestre, en el atrio de la Iglesia de la Concepción, para iniciar el recorrido hacia la morada final.
El cortejo fúnebre sale de la Iglesia de La Concepción, rumbo al Cementerio Central de Valledupar,en la fotografía se aprecia al padre José de Sueca y los monaguillos precediéndolo, era la costumbre de la Iglesia Católica, en el viejo Valledupar.
Epílogo de la Biografía:
Desde niño aprendí a querer al profesor Leonídas Acuña, a quien admiré siempre, por su rectitud y por sus buenos principios morales, fue un gran ser humano y un gran cristiano.
Su meta en este mundo fue siempre ser útil al prójimo, para lo cual constantemente estuvo perfeccionándose. Fue profundamente respetado y amado por sus familiares, estudiantes, profesores y amigos.
Leonidas Acuña, vivió para los suyos, para su hogar, para su apostolado, “El educar”, pero no en el sentido material, sino para brindarse incluso a sus propios estudiantes que lo querían no ya como a su Rector, sino como a un amigo. Leonidas Acuña, puso todo su amor en las obras que emprendió, nunca supo decir que no para el bien, siempre encontró tiempo en su vida tan llena de trabajos, para prodigarse y darse a los otros sin medida. .... Pocas veces un hombre será recordado con tanto afecto, un hombre de tanta limpieza en su conducta, un hombre que fue un testigo de vida cristiana.
César Emilio Sánchez Vásquez
Miembro de Número de la Academia de Historia del Cesar.
Editor del Blog:Personajes de la Ciudad de los Reyes, Valle de Upar y Región Caribe de Colombia.
Esta biografía hace parte de los Personajes de la Ciudad de los Reyes, Valle de Upar y Región Caribe de Colombia, publicación de la Academia de Historia del Cesar, recuperando la memoria histórica.
Nota: Al terminar la lectura de cada biografía, encontrarás el signo de google g +1.
excelente narracion de la historia de estos personajes que tantas enseñanzas le dejaron a valledupar.
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